Introducción
El uso de microorganismos benéficos en la agricultura ha revolucionado la manera en que los productores enfrentan enfermedades del suelo y mejoran la sanidad de sus cultivos. Entre estos, Trichoderma se destaca como un hongo con múltiples beneficios en la producción de frutilla. Su aplicación no solo ayuda en el control de patógenos del suelo, sino que también mejora el crecimiento de las plantas y la disponibilidad de nutrientes.

¿Qué es Trichoderma y por qué es clave en frutilla?
Trichoderma es un género de hongos saprófitos que habitan en el suelo y en residuos orgánicos. Se ha identificado como un excelente biocontrolador contra patógenos como Fusarium spp., Rhizoctonia solani y Phytophthora spp.. Su mecanismo de acción se basa en tres estrategias principales:
- Micoparasitismo: Ataca directamente a los hongos patógenos degradando sus paredes celulares o incluso generando compuestos biocidas.
- Competencia por espacio y nutrientes: Coloniza rápidamente la rizósfera, desplazando a microorganismos dañinos.
- Resistencia Sistémica Inducida (RSI): Activa defensas naturales en la planta, preparándola para resistir y combatir de mejor manera los ataques de patógenos.
Estudios científicos han demostrado que Trichoderma coloniza las raíces de las plantas, formando una relación simbiótica que mejora la absorción de nutrientes y protege contra enfermedades (Harman et al., 2004). En el cultivo de frutilla, su aplicación ha mostrado resultados prometedores en el control de patógenos como Botrytis cinerea (moho gris) y Fusarium spp., así como en la mejora del rendimiento y calidad del fruto.

Y he aquí la maravilla, ya que se ha demostrado que Trichoderma no sólo de un excelente biocontrolador, sino que también se ha documentado que posee múltiples efectos bioestimulantes sobre los cultivos. De ahí que su uso se ha masificado y el cultivo de frutilla no ha quedado exento.
Principales especies y cepas utilizadas en frutilla
Existen diversas especies de Trichoderma con aplicaciones específicas en el manejo agrícola. Algunas de las más utilizadas en frutilla son:
- Trichoderma harzianum: Conocida por su capacidad para degradar paredes celulares de patógenos y promover el crecimiento vegetal. Entre sus cepas más destacadas están:
- T-22: Reconocida por su resistencia a condiciones adversas y su efectividad en la colonización de raíces.
- T-9: Especialmente eficaz en suelos con alta carga de patógenos.
- T-39: Usada para la inducción de resistencia sistémica y la producción de compuestos antifúngicos.
- Trichoderma asperellum: Eficiente en la solubilización de nutrientes y activación de defensas de la planta. Sus cepas más usadas incluyen:
- T-34: Ampliamente utilizada en cultivos intensivos por su capacidad de control biológico prolongado.
- Trichoderma atroviride: Excelente en la colonización de la rizósfera y el control de enfermedades radiculares. Algunas cepas destacadas son:
- SC1: Desarrollada para el control de patógenos en sistemas de producción de alto valor.
- Trichoderma virens: Destacado por su producción de metabolitos antifúngicos y promotores del crecimiento.
- GV41: Alta producción de enzimas líticas y promoción del crecimiento radicular.
- Trichoderma koningii: Contribuye a la descomposición de materia orgánica y control de hongos fitopatógenos.

Beneficios de Trichoderma en frutillas
1. Control biológico de enfermedades radiculares
Estudios recientes han demostrado que Trichoderma puede reducir significativamente la incidencia de enfermedades radiculares en frutilla. Un estudio de Harman et al. (2021) encontró que la aplicación de T. harzianum disminuyó la severidad de Fusarium oxysporum en un 70% en comparación con tratamientos convencionales.

Un estudio específico realizado por Lorito et al. (2010) demostró que T. atroviride tiene una alta eficacia en la reducción de Rhizoctonia solani en frutilla, disminuyendo la incidencia de la enfermedad en un 65%.
2. Estimulación del crecimiento y desarrollo de raíces
Investigaciones de Shoresh et al. (2010) evidenciaron que T. asperellum mejora el desarrollo radicular en frutilla mediante la producción de metabolitos que promueven la elongación celular y la absorción de nutrientes.

3. Mayor eficiencia en la absorción de nutrientes
Un estudio de Vinale et al. (2008) demostró que Trichoderma libera enzimas que solubilizan fósforo y movilizan micronutrientes como zinc y hierro, optimizando la nutrición vegetal.

Otro estudio realizado por Porras et al. (2016) en cultivos de frutilla en España, confirmó que Trichoderma harzianum aumenta en un 30% la absorción de nitrógeno y fósforo, mejorando significativamente el rendimiento del cultivo.
4. Reducción del estrés abiótico
Las plantas tratadas con Trichoderma presentan mayor tolerancia a condiciones de estrés hídrico y salinidad, debido a la activación de genes relacionados con la resistencia al estrés (Martínez-Medina et al., 2014).
Un estudio realizado por Woo et al. (2020) determinó que T. virens incrementa la producción de antioxidantes en frutilla, permitiendo una mayor resistencia a temperaturas extremas.
Cómo aplicarlo en frutilla para maximizar sus beneficios
1. Elección del producto adecuado
Es clave seleccionar un bioformulado con alta concentración de esporas viables (mínimo 1×10^8 Unidades Formadoras de Colonias/gramo) y compatibilidad con las condiciones del suelo.
2. Momento de aplicación
- Pre-trasplante: Aplicación en bandejas de plantines, inmersión de raíz desnuda o en la preparación del suelo vía riego.
- Post-trasplante: En drench o riego localizado para favorecer la colonización temprana de raíces, así como la competencia con los patógenos. Esta práctica es especialmente relevante si se ha realizado algún tipo de desinfección de suelos.
- Mantenimiento: Aplicaciones periódicas cada 30 días aseguran un efecto prolongado.
3. Aplicación al suelo vs. aplicación foliar
- Aplicación al suelo: Recomendable para el control de patógenos radiculares (Fusarium, Rhizoctonia, Pythium, Phytophtora) y para mejorar la estructura microbiana del suelo. Se aplica en drench, fertirriego o en mezcla con compost.
- Aplicación foliar: Más efectiva en el control de enfermedades aéreas como Botrytis cinerea y en la activación de defensas sistémicas en la planta. Se recomienda aplicar en horas de baja radiación y con suficiente humedad relativa para favorecer la colonización en la superficie foliar.

4. Compatibilidad con agroquímicos
Evitar la mezcla con fungicidas de amplio espectro como mancozeb o clorotalonil, ya que pueden afectar la viabilidad de Trichoderma. Así mimos, revisa los niveles de cloro en tus aguas de aplicación, porque niveles elevados pueden provocar inviabilidad en tus aplicaciones de Trichoderma. Es recomendable contar con equipamiento exlusivo para biocontroladores o productos de origen biológico, separados de los de uso convencional para evitar incompatibilidades.
Consideraciones finales
El uso de Trichoderma representa una herramienta clave para una producción de frutilla más sostenible y eficiente. Su capacidad para controlar enfermedades, mejorar la nutrición y aumentar la tolerancia a estrés lo convierte en un aliado estratégico para los productores.
La adopción de tecnologías basadas en microorganismos benéficos es un paso hacia sistemas productivos más resilientes y rentables. ¿Estás listo para incorporar este poderoso aliado en tu manejo del cultivo?
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