Ácaro Bimaculado (Tetranychus urticae): Guía Completa de Reconocimiento y Control en tus Frutillas

Introducción

La producción de frutilla es una actividad de alta importancia económica y social, pero su éxito se ve amenazado por plagas que, si no son controladas de manera integral, afectan tanto la cantidad como la calidad del fruto. Tetranychus urticae (conocido como ácaro bimaculado, ácaro de dos manchas o ácaro rojo) es una de las plagas más devastadoras en este cultivo, debido a su rápida reproducción y capacidad para afectar la capacidad fotosintética de la planta.

En regiones donde prevalecen condiciones cálidas y secas, la incidencia del ácaro es crítica. En California por ejemplo se han desarrollado complejos programas de manejo que integran diversas estrategias para contener la infestación. Este artículo ofrece una guía práctica y completa para identificar, monitorear y controlar esta plaga con métodos sostenibles, combinando prácticas culturales, biológicas y químicas.

Caracterización y Ciclo Biológico

Morfología, Desarrollo y Comportamiento

El Ácaro Bimaculado o Tetranychus urticae por su nombre científico es un ácaro diminuto (aproximadamente 0,5 mm) que se caracteriza por dos manchas oscuras en el abdomen. Su coloración varía según la época del año (verde en verano y rojiza en invierno) y su alimentación, la cual mediante la perforación y succión del contenido celular de las hojas, reduce la capacidad fotosintética de la planta.

El ciclo de vida es muy corto, completándose entre 7 y 14 días bajo condiciones óptimas (25–30 °C y baja humedad), permitiendo que una hembra del Ácaro Bimaculado deposite entre 100 y 200 huevos, lo que puede desencadenar explosiones poblacionales en ambientes favorables.

Fases del ciclo biológico del Ácaro Bimaculado:

Factores Ambientales y Adaptabilidad

El Ácaro Bimaculado se desarrolla de forma óptima en condiciones de alta luminosidad, temperaturas elevadas (20–38 °C) y baja humedad. En regiones como Huelva (España) estas condiciones favorecen su proliferación, mientras que prácticas inadecuadas en el manejo del cultivo, como un exceso de nitrógeno, pueden generar brotes en plantas tiernas y vulnerables.

Impacto en el Cultivo de Frutilla

Daños Fisiológicos y Económicos

El ataque del ácaro bimaculado se manifiesta principalmente como:

• Manchas punteadas (stippling): Aparición de pequeñas manchas amarillas, cloróticas, punteadas, en las hojas jóvenes y maduras.
• Bronceado y cicatrización: Zonas necrosadas y cicatrices en los tejidos foliares, dando un aspecto quemado.
• Defoliación: Caída prematura de hojas, lo que disminuye considerablemente la capacidad fotosintética de la planta.

En casos severos, estos daños también afectan flores y frutos, reduciendo el tamaño y deformando los frutos. Estudios recientes, como el de la Junta de Andalucía (2023), indican que infestaciones no controladas de ácaro bimaculado pueden reducir el rendimiento en hasta un 40%.

La pérdida de vigor en las plantas atacadas por ácaro bimaculado es evidentemente fuerte ya en niveles moderados de infestación, sometiendo a las plantas a un estrés que afecta la fisiología de procesos que impactan fuertemente el rendimiento. La disminución de la fotosíntesis y la reducción en el número y tamaño de los frutos repercuten en una merma sustancial en la producción, con pérdidas que pueden superar, como se dijo anterioremente, el 30–40%. Esto afecta la calidad estética y comercial del fruto, repercutiendo directamente en la rentabilidad del cultivo.

Detección y Monitoreo

Métodos de Detección Temprana

El monitoreo constante es esencial para un adecuado control del ácaro bimaculado frutilla. Se recomiendan:

• Inspección visual: Uso de lupas (10–20×) para examinar el envés de las hojas, donde se concentra el ácaro.
• Muestreo sistemático: Revisar 25 plantas por hectárea, examinando por lo menos 1 hoja joven y 1 senescente por planta (total de 50 hojas) para detectar la presencia de al menos un adulto.

Procedimiento de muestreo:

• Realizar inspecciones semanales, especialmente durante los primeros 4–6 meses tras el trasplante.
• Registrar el porcentaje de hojas infestadas y ajustar las intervenciones conforme a los umbrales establecidos. A continuación se presentan algunos umbrales sugeridos por expertos de California y España

Umbrales de Intervención

Del total de 50 hojas por hectárea colectadas para monitoreo, se pueden considerar los siguientes criterios relativos al grado de incidencia previo a la decisión de control:

Respecto a los criterios de monitoreo y decisión de combate a la plaga según del criterio de la severidad de la infestación, es decir, densidad de individuos en las muestras, la literatura indica lo siguiente:

• Fase Vegetativa: Intervenir cuando en el conteo promedio existan entre 5-10 ácaros por folíolo.
• Floración en adelante: Actuar si los niveles de infestación alcanzan los 15-20 ácaros por folíolo.

Estos umbrales permiten una intervención oportuna, evitando que la infestación se convierta en un problema mayor.

Estrategias de Manejo y Control Integrado

El manejo integrado combina prácticas culturales, biológicas y químicas, reduciendo la dependencia exclusiva de pesticidas. A continuación, se detallan las principales estrategias:

Medidas Preventivas y Culturales

• Manejo de hospederos clave: Eliminar malas hierbas que puedan servir de reservorio al ácaro, como por ejemplo: Chenopodium album (Quinhuilla), Conyza spp., Amaranthus retroflexus (Bledo), Malva parviflora, Oxalis spp., Sonchus spp. y Datura stramonium (Chamico).

• Optimización del riego y fertilización: Evitar excesos de nitrógeno que favorezcan brotes tiernos y susceptibles.
• Selección de material vegetal sano: Utilizar plantas certificadas y libres de plagas.
• Rotación de cultivos: Alternar con cultivos no hospederos para interrumpir el ciclo del ácaro.
• Control del polvo: Reducir condiciones polvorientas que facilitan la dispersión del ácaro.
• Uso de cubiertas plásticas: Regular la humedad y temperatura del dosel vegetal.

Control Biológico y de bajo impacto

El control biológico se constituye como un pilar esencial y abarca diversas estrategias:

Ácaros Depredadores

• Phytoseiulus persimilis: Altamente eficaz contra el ácaro bimaculado en focos iniciales, liberado a dosis de 20 a 30 individuos/m², realizando liberaciones escalonadas. En Huelva se liberan desde floración en adelante. Este depredador es especialista en consumo de huevos y estados juveniles de Tetranychus urticae.

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• Neoseiulus californicus: Ideal para condiciones de altas temperaturas, permitiendo aplicaciones preventivas. En Huelva se liberan desde inicios del cultivo en adelante. En huertos sanos y con conciencia ecológica, es común encontrar este depredaro naturalmente.

Hongo Entomopatógeno: Hirsutella thompsonii

Hirsutella thompsonii se ha demostrado eficaz como entomopatógeno para el control de T. urticae. Sus esporas se adhieren a la cutícula del ácaro, germinan y producen estructuras infecciosas que penetran en el organismo, generando tasas de mortalidad superiores al 70% en condiciones de laboratorio y campo.

Inclusión de Azufre

El azufre es uno de los compuestos más antiguos y seguros utilizados para el control de ácaros. Funciona como un agente fumigante que interfiere en la alimentación y respiración de los ácaros, además de favorecer la formación de una barrera en la superficie foliar. Su aplicación es compatible con sistemas de manejo integrado y es especialmente valorada en programas de agricultura orgánica. Estudios han respaldado su eficacia en el manejo de ácaros en diversos cultivos, demostrando que su uso puede contribuir significativamente a la reducción de la población de T. urticae sin efectos negativos sobre la fauna auxiliar.

Uso del Silicio

El Silicio, mediante aplicaciones foliares recurrentes, mejora la fortaleza de las paredes celulares de las células de la epidermis de la hoja, creando una barrera física que dificulta la penetración y alimentación de los parásitos como el ácaro bimaculado. Adicionalmente, induce respuestas defensivas sistémicas en la planta. Estudios han demostrado que el aporte adecuado de silicio en frutilla aumenta la tolerancia a ataques fitosanitarios.

La combinación de todas estas estrategias, que incluyen liberaciones de depredadores, aplicaciones foliares de azufre y silicio, así como tratamientos con hongos entomopatógenos como Hirsutella thompsonii potencia la defensa natural de la planta y reduce la presión del ácaro bimaculado, disminuyendo la necesidad de acaricidas.

Control Químico Selectivo

El control químico se utiliza como última línea de defensa y debe aplicarse de forma focalizada, coordinada y en rotación para evitar el desarrollo de resistencias. Además es importante considerar a la hora de plantear una estrategia de control químico, el efecto de los ingredientes activos no sólo sobre adultos y juveniles, sino también y sobre todo, sobre huevos. En California, en España y también en Latinoamérica, se utilizan varios productos que han demostrado eficacia en el manejo de T. urticae:

Siempre, se reitera, SIEMPRE, se debe considerar la legislación vigente tanto en el país donde se producen las frutillas como en el país de destino referente sobre todo a sus Limites Máximos Residuales (LMR), de manera de no equivocarse y caer en incumplimientos legales por un control químico mal ejecutado.

A la hora de escoger el control químico se sugiere considerar esta lista de recomendaciones y consideraciones para el control del Ácaro Bimaculado:

• Utilizar los químicos de forma rotativa según su modo de acción para evitar el desarrollo de resistencias.
• Aplicar de preferencia al atardecer en condiciones de temperaturas menores a 30 °C. Los acaricidas, especialmente los de origen químico o biológico (como abamectina o extractos vegetales), pueden degradarse rápidamente por la luz solar directa. Aplicar al final de la tarde prolonga su persistencia y eficacia, al evitar la radiación intensa del mediodía. Durante la tarde, especialmente cuando disminuye la temperatura y la luz, los ácaros se movilizan más activamente hacia la superficie de las hojas, lo que aumenta el contacto con el producto. Esto es clave para moléculas de contacto o ingestión.
• Considera mezclas de ingredientes activos que otorguen un control complementario sobre adultos y huevos, incluyendo los aceites tanto sintéticos como de origen orgánico, que facilitan la muerte por sofocación.
• Coordinar aplicaciones químicas con liberaciones de depredadores 7–10 días después para un control complementario.
• Incorporar tratamientos con azufre en programas de producción orgánica o en combinación con otras medidas, aprovechando su baja toxicidad y seguridad ambiental.

Manejo Integrado de Plagas (MIP)

El enfoque del MIP integra todas las estrategias descritas: prácticas culturales, control biológico y manejo químico selectivo, coordinadas en un plan integral. Los elementos clave son:

• Prevención e intervención temprana: Monitoreo constante para detectar la plaga en fases iniciales y aplicar medidas correctivas.
• Registro y análisis de datos: Hoy en día el uso de aplicaciones móviles y herramientas digitales para evaluar la evolución de la infestación facilita bastante la toma de decisiones.
• Comunicación y capacitación: Fomentar el intercambio de experiencias y la actualización constante tanto de los equipos a cargo del campo como entre productores y asesores.

Conclusiones

El manejo del Ácaro Bimaculado en el cultivo de frutilla demanda un enfoque integral y coordinado que combine estrategias culturales, biológicas y químicas. La detección temprana y el monitoreo constante permiten intervenir de forma oportuna, mientras que la aplicación coordinada de técnicas –como el uso de silicio para fortalecer la hoja o la aplicación del hongo entomopatógeno Hirsutella por ejemplo – complementan la acción de los depredadores naturales.

Por otro lado, en el control químico es preciso entender que debe considerarse sólo una parte del Manejo Integrado de Plagas, pero como último eslabón del frente de acción, considerando la ventana de acción ideal, el umbral definido para realizar la aplicación, por supuesto el mecanismo de acción de las moléculas y también la cantidad máxima de aplicaciones a la temporada/año para evitar al máximo el riesgo de resistencia, considerando que esta plaga en particular posee especial facilidad para ello. Teniendo en cuenta todos estos factores es posible mantener la población del ácaro dentro de niveles económicos aceptables y promover la sostenibilidad del cultivo.

Adoptar un manejo integrado basado en estas prácticas no solo protege la producción de frutilla y mejora la calidad del fruto, sino que también contribuye a la conservación del agroecosistema y aumenta la competitividad del sector agrícola.

Esta guía consolidada y optimizada representa una herramienta integral para productores, asesores y técnicos, aportando información respaldada por estudios científicos y guías oficiales que permiten alcanzar altos estándares en el manejo integrado de Tetranychus urticae en frutilla. La implementación de estas prácticas no solo salvaguarda la producción y mejora la calidad del fruto, sino que también fomenta la sostenibilidad ambiental y la competitividad en el sector agrícola.